viernes, 25 de mayo de 2012

CONFERENCIA PATOLOGIAS DE LA CONSTRUCCIÓN

CONFERENCIA PATOLOGÍAS DE LA CONSTRUCCIÓN 

En la construcción las diferentes consultas por patologías se presentan con la finalidad de dar solución a los diferentes problemas constructivos, entre los cuales podemos encontrar filtraciones de agua, rajaduras, fallas de revestimientos o, uniones entre carpinterías y mamposterías. 
Al momento de diagnosticar la patología hay que conocer la causa de la misma, así se podrán tomar los correctivos necesarios para su reparación. Identificar las patologías ayuda a evitarlas en futuras obras por lo que se tratan las causas y soluciones de las anomalías que afectan a los acabados, las de aquellas que por un mala conducta del suelo producen lesiones en el edificio “patologías de los suelos”, las debidas a los esfuerzos no controlados “lesiones en elementos estructurales del hormigón”, y por último las patologías de los forjados. 

Para lograr analizar los diferentes grados de patologías, hay que conocer las de menor severidad, estas son llamadas lesiones menores y se caracterizan por ser los fallos que no afectan a la estructura de las construcciones pero sí a su aspecto estético. Hay que tenerlas bastante en cuenta porque toda lesión menor puede degenerar en una patología grave por lo que se ha de proceder a su reparación de la manera más rápida posible. 
Las patologías más representativas y comunes en el hormigón son las fisuras y grietas, las cuales por sus entornos superficiales de aspecto, incurren directamente en lo funcional, siendo esta una razón que influye en la durabilidad de cualquier estructura, donde los estados limites de servicio clasifican a las grietas y fisuras, de lo anterior se puede visualizar un diagnostico que va desde su identificación hasta las causas que lo originan, permitirán a proyectistas, productores de materiales y constructores, disminuir o suprimir su efecto por medio de su adecuada reparación y así poder tomar medidas preventivas y disminuir su aparición. 
 Las causas de las fisuras producidas se deben generalmente a la retracción del mortero después de su secado, aunque también pueden ser causados por la acción de la lluvia donde esta produce ciclos alternativos de humectación y desecación sometiendo a los revocos a tensiones de expansión y retracción. Con el paso del tiempo se produce el desprendimiento y el desencofrado. 
De acuerdo a lo anterior se puede llevar a cabo un tratamiento previamente establecido, que consta de la falta realización de un revoco encima de otro que haya sufrido algún tipo de lesión menor. 
Debe actuarse eliminando la zona afectada intentando enlazar con las zonas en buen estado, realizar una limpieza hasta la total eliminación de residuos, incluir una malla de fibra de vidrio para que actúe como armado.

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